
El lenguaje es un proceso complejo sofisticado, sin el cual los seres humanos tendríamos problemas de comunicación. Es precisamente este hecho lo que marca la diferencia evolutiva entre animales y humanos. Ya que es tan importante, su estudio se ha llevado a cabo por muchos años, descubriendo que no existe ninguna operación mental que no pueda ser reflejada por el lenguaje. Gracias a esto, ha sido apodado el espejo de la mente.
Es imposible determinar una fecha exacta en donde se desarrolló el lenguaje por primera vez. Pero es seguro que fue la culminación de un período de desarrollo y progreso para la raza humana, ya que el lenguaje es considerado el mejor y más efectivo medio para adaptarse al medio ambiente y a la sociedad. Se ha convertido en el complemento para el lenguaje corporal y facial, ya utilizado por otras especies animales.
En la evolución, el desarrollo de las estructuras sensitivas y motoras se da paralelamente, involucrando también el desarrollo del lenguaje. Crece en dirección hacia arriba (estructuras límbicas) y hacia los lados (neocorteza y hemisferios cerebrales). Cuando la neocorteza está en proceso de desarrollo, el lenguaje depende de las estructuras límbicas, de tal manera que se encuentra directamente influenciado por sentimientos, emociones y estados de ánimo de la persona.
Los lóbulos cerebrales contienen una gran cantidad de actividad neuronal durante el desarrollo de la corteza. Estas áreas son las últimas en finalizar el proceso de mielinización, haciendo posible la comunicación a través del lenguaje posterior a las actividades motoras y sensoriales. Es debido a esto que un bebé no nace sabiendo hablar, sino se da conforme pasa el tiempo, creando un sistema mental de asociación de palabras basada en reglas gramaticales específicas. Pero sí es capaz de crear relaciones entre objetos, palabras y necesidades para intentar comunicarse con los demás.
El desarrollo de las habilidades lingüísticas se de en el hemisferio izquierdo del cerebro. Se ha comprobado que, gracias a la plasticidad neuronal, una persona es capaz de recuperar el lenguaje después de haber sufrido una lesión en este hemisferio. Sin embargo, el derecho puede sustituir este proceso, pero no lo hará a la perfección, ya que no posee las mismas habilidades sintácticas ni semánticas que el izquierdo.
Se han realizado diversos estudios para investigar más a fondo la predominancia de este hemisferio. Se ha descubierto que las estructuras se desarrollan tempranamente, (Células y dendritas son mayores en el lado izquierdo que en derecho, al igual que el cuerpo calloso) permitiendo que el infante comience a formar habilidades en el lado derecho del cuerpo, ya que los hemisferios dirigen la parte contraria del cuerpo, a lo que se le conoce como asimetría. Como por ejemplo, escribir con la mano derecha, voltear a la derecha al escuchar un sonido, etc.
Aunque el hemisferio izquierdo esté especializado en el lenguaje, esto no significa que el derecho no tenga nada que ver en este proceso. La comunicación entre ambos y el intercambio de información es lo que produce como resultado la habilidad lingüística de un ser humano. Pero recordemos que el área posterior y la anterior del hemisferio izquierdo son las encargadas principales del desarrollo del lenguaje.
La música, considerada una clase de lenguaje, se ha comprobado que depende de ambos hemisferios cerebrales. La lectura de las notas musicales activa la corteza en el área de Wernicke, y tocar activa la corteza en el área de Broca. Es decir, la memoria musical depende en un parte de la integridad funcional de la corteza temporal del hemisferio derecho, y el análisis y el tocar un instrumento depende de la corteza del hemisferio izquierdo.
Las lesiones cerebrales han dado lugar a afasias, ya sea del área Wernicke o Broca. Dependiendo del lugar de la lesión, las habilidades específicas de ésta disminuirán o se verán afectadas por el tejido dañado.
Las lesiones en la corteza del hemisferio dominante pueden producir agnosia, que de define como falta de conocimiento de palabras y frases. Cuando se lastima el hemisferio derecho puede que el paciente no recupere el sentido de la estructura, ya que causa una agnosia para los materiales auditivos no verbales, como la música. Estas lesiones afectan las manifestaciones lingüísticas cognitivas del orden superior jerárquico de la percepción, de tres distintas maneras:
a. Modo de cruz cognitivo: Es cuando el paciente no puede nombrar los objetos presentados visualmente o de sus características. Por ejemplo cuando le enseñan un cuadrado y sabe que es un cuadrado pero dice círculo.
b. Léxico cognitivo: Es cuando el paciente no logra comprender las palabras escritas. Por ejemplo, lee cuadrado, aún sabiendo qué es un cuadrado no logra relacionarlo.
c. Cognitivo categórico: Cuando el paciente no logra identificar a qué categoría pertenecen los objetos. Por ejemplo: clasificar figuras geométricas, utensilios caseros, etc.
Tras varios estudios de lesiones se ha llegado a la conclusión, que el sustrato del idioma es el mismo que sirve para la percepción y la memoria sensorial. Éste consiste en el “sustrato del la jerarquía de la corteza de las redes cognitivas que representan todas las cogniciones al acceso de la lengua”. En el nivel más bajo de la jerarquía en la corteza de asociación auditiva, se encuentran las redes cognitivas que asocian los sonidos vocales; en los niveles corticales superiores cognitivos, se constituyen por la asociación entre fonemas y estímulos de otras modalidades, como visuales; y por últimos en los niveles más altos se encuentra “la transmodal cognits categórica y conceptual”.
Lesiones en la corteza prefrontal medial, afectan el área cingular, lo que impide el habla. Dependiendo del tamaño de la lesión ésta puede llegar a causar mutismo (ausencia de lenguaje provocado y espontáneo). La lesión en la corteza prefrontal lateral incita a trastornos del lenguaje, dependiendo de la extensión y localización de la lesión, hasta puede llegar a causar una afasia motora central (empobrecimiento general de la estructura del lenguaje).
Las palabras aparecer organizadas de forma jerárquica en la corteza frontal y lateral de una forma similar a la de la cognición semántica en la corteza de asociación posterior. En los niveles más altos de la jerarquía frontal (corteza prefrontal lateral), es donde se aprende las proposiciones más complejas de forma esquemática. En la corteza premotora, se encuentras las proposiciones simples con una sintaxis; y en el nivel más bajo (área de Broca y la corteza motora) se encuentran proposiciones simples con estructura elemental.
Se ha llegado a descubrir que los verbos y palabras de acción son representados en la corteza frontal; y los nombres tanto de personas como de objetos, son representados en la corteza asociativa posterior.
Semántica (lenguaje), está organizada jerárquicamente donde el nivel más bajo está constituido por letras o sonidos que forman unidades simbólicas (palabras). Existen dos tipos de palabras: de clase abierta (nombres, verbos, adjetivos), éstas tienen significado semántico; y de clase cerrada (artículos, proposiciones y conjunciones) no contiene significado por sí solo. Éstas palabras forman enunciados y éstos forman frases, a todo este conjunto se le llama como sintaxis.
Las palabras escritas activan las áreas visuales, estas mismas cogniciones pueden entrar tanto por el ojo como por el oído. La activación de la estructura ejecutiva por medio de palabras revela la participación de una ejecución de acción con propósito en un ciclo re percepción-acción.
El sustrato semántico del lenguaje contiene un núcleo esencial de las áreas corticales alrededor de la cisura del Silvo en el hemisferio izquierdo, lo que le permite al recién nacido la vocalización (balbuceo), lo que con el tiempo va a ir creando redes de asociación verbal en las regiones posteriores y frontales, lo que le va a permitir conforme va creciendo relacionar ese balbuceo con sus primeras palabras bien pronunciada y así sucesivamente. Cuando estas redes no se desarrollan bien, puede crear un desorden en el lenguaje como por ejemplo la dislexia. En el modelo de la organización perceptual del idioma, la distribución de los conceptos depende de la modalidad sensorial o motora de su origen.
Existe un sistema léxico-semántico de redes neurales, el cual es un sistema paralelo que representa las palabras para las “correspondientes categorías cognitivas del rango jerárquico equivalente.” Éste sistema está ligado al cognitivo para trabajar tanto en el ámbito de los símbolos verbales junto con la memoria y percepción. Éstas se desarrollan de lo particular a lo general, de lo concreto a lo abstracto.
En los niveles inferiores de la jerarquía de la percepción, los fonemas elementales son letras y sílabas y los nombres de “qualia” sensorial. En cambio en los niveles superiores, las palabras representan cada vez más complejo y cognitivo conceptual.
Es imposible determinar una fecha exacta en donde se desarrolló el lenguaje por primera vez. Pero es seguro que fue la culminación de un período de desarrollo y progreso para la raza humana, ya que el lenguaje es considerado el mejor y más efectivo medio para adaptarse al medio ambiente y a la sociedad. Se ha convertido en el complemento para el lenguaje corporal y facial, ya utilizado por otras especies animales.
En la evolución, el desarrollo de las estructuras sensitivas y motoras se da paralelamente, involucrando también el desarrollo del lenguaje. Crece en dirección hacia arriba (estructuras límbicas) y hacia los lados (neocorteza y hemisferios cerebrales). Cuando la neocorteza está en proceso de desarrollo, el lenguaje depende de las estructuras límbicas, de tal manera que se encuentra directamente influenciado por sentimientos, emociones y estados de ánimo de la persona.
Los lóbulos cerebrales contienen una gran cantidad de actividad neuronal durante el desarrollo de la corteza. Estas áreas son las últimas en finalizar el proceso de mielinización, haciendo posible la comunicación a través del lenguaje posterior a las actividades motoras y sensoriales. Es debido a esto que un bebé no nace sabiendo hablar, sino se da conforme pasa el tiempo, creando un sistema mental de asociación de palabras basada en reglas gramaticales específicas. Pero sí es capaz de crear relaciones entre objetos, palabras y necesidades para intentar comunicarse con los demás.
El desarrollo de las habilidades lingüísticas se de en el hemisferio izquierdo del cerebro. Se ha comprobado que, gracias a la plasticidad neuronal, una persona es capaz de recuperar el lenguaje después de haber sufrido una lesión en este hemisferio. Sin embargo, el derecho puede sustituir este proceso, pero no lo hará a la perfección, ya que no posee las mismas habilidades sintácticas ni semánticas que el izquierdo.
Se han realizado diversos estudios para investigar más a fondo la predominancia de este hemisferio. Se ha descubierto que las estructuras se desarrollan tempranamente, (Células y dendritas son mayores en el lado izquierdo que en derecho, al igual que el cuerpo calloso) permitiendo que el infante comience a formar habilidades en el lado derecho del cuerpo, ya que los hemisferios dirigen la parte contraria del cuerpo, a lo que se le conoce como asimetría. Como por ejemplo, escribir con la mano derecha, voltear a la derecha al escuchar un sonido, etc.
Aunque el hemisferio izquierdo esté especializado en el lenguaje, esto no significa que el derecho no tenga nada que ver en este proceso. La comunicación entre ambos y el intercambio de información es lo que produce como resultado la habilidad lingüística de un ser humano. Pero recordemos que el área posterior y la anterior del hemisferio izquierdo son las encargadas principales del desarrollo del lenguaje.
La música, considerada una clase de lenguaje, se ha comprobado que depende de ambos hemisferios cerebrales. La lectura de las notas musicales activa la corteza en el área de Wernicke, y tocar activa la corteza en el área de Broca. Es decir, la memoria musical depende en un parte de la integridad funcional de la corteza temporal del hemisferio derecho, y el análisis y el tocar un instrumento depende de la corteza del hemisferio izquierdo.
Las lesiones cerebrales han dado lugar a afasias, ya sea del área Wernicke o Broca. Dependiendo del lugar de la lesión, las habilidades específicas de ésta disminuirán o se verán afectadas por el tejido dañado.
Las lesiones en la corteza del hemisferio dominante pueden producir agnosia, que de define como falta de conocimiento de palabras y frases. Cuando se lastima el hemisferio derecho puede que el paciente no recupere el sentido de la estructura, ya que causa una agnosia para los materiales auditivos no verbales, como la música. Estas lesiones afectan las manifestaciones lingüísticas cognitivas del orden superior jerárquico de la percepción, de tres distintas maneras:
a. Modo de cruz cognitivo: Es cuando el paciente no puede nombrar los objetos presentados visualmente o de sus características. Por ejemplo cuando le enseñan un cuadrado y sabe que es un cuadrado pero dice círculo.
b. Léxico cognitivo: Es cuando el paciente no logra comprender las palabras escritas. Por ejemplo, lee cuadrado, aún sabiendo qué es un cuadrado no logra relacionarlo.
c. Cognitivo categórico: Cuando el paciente no logra identificar a qué categoría pertenecen los objetos. Por ejemplo: clasificar figuras geométricas, utensilios caseros, etc.
Tras varios estudios de lesiones se ha llegado a la conclusión, que el sustrato del idioma es el mismo que sirve para la percepción y la memoria sensorial. Éste consiste en el “sustrato del la jerarquía de la corteza de las redes cognitivas que representan todas las cogniciones al acceso de la lengua”. En el nivel más bajo de la jerarquía en la corteza de asociación auditiva, se encuentran las redes cognitivas que asocian los sonidos vocales; en los niveles corticales superiores cognitivos, se constituyen por la asociación entre fonemas y estímulos de otras modalidades, como visuales; y por últimos en los niveles más altos se encuentra “la transmodal cognits categórica y conceptual”.
Lesiones en la corteza prefrontal medial, afectan el área cingular, lo que impide el habla. Dependiendo del tamaño de la lesión ésta puede llegar a causar mutismo (ausencia de lenguaje provocado y espontáneo). La lesión en la corteza prefrontal lateral incita a trastornos del lenguaje, dependiendo de la extensión y localización de la lesión, hasta puede llegar a causar una afasia motora central (empobrecimiento general de la estructura del lenguaje).
Las palabras aparecer organizadas de forma jerárquica en la corteza frontal y lateral de una forma similar a la de la cognición semántica en la corteza de asociación posterior. En los niveles más altos de la jerarquía frontal (corteza prefrontal lateral), es donde se aprende las proposiciones más complejas de forma esquemática. En la corteza premotora, se encuentras las proposiciones simples con una sintaxis; y en el nivel más bajo (área de Broca y la corteza motora) se encuentran proposiciones simples con estructura elemental.
Se ha llegado a descubrir que los verbos y palabras de acción son representados en la corteza frontal; y los nombres tanto de personas como de objetos, son representados en la corteza asociativa posterior.
Semántica (lenguaje), está organizada jerárquicamente donde el nivel más bajo está constituido por letras o sonidos que forman unidades simbólicas (palabras). Existen dos tipos de palabras: de clase abierta (nombres, verbos, adjetivos), éstas tienen significado semántico; y de clase cerrada (artículos, proposiciones y conjunciones) no contiene significado por sí solo. Éstas palabras forman enunciados y éstos forman frases, a todo este conjunto se le llama como sintaxis.
Las palabras escritas activan las áreas visuales, estas mismas cogniciones pueden entrar tanto por el ojo como por el oído. La activación de la estructura ejecutiva por medio de palabras revela la participación de una ejecución de acción con propósito en un ciclo re percepción-acción.
El sustrato semántico del lenguaje contiene un núcleo esencial de las áreas corticales alrededor de la cisura del Silvo en el hemisferio izquierdo, lo que le permite al recién nacido la vocalización (balbuceo), lo que con el tiempo va a ir creando redes de asociación verbal en las regiones posteriores y frontales, lo que le va a permitir conforme va creciendo relacionar ese balbuceo con sus primeras palabras bien pronunciada y así sucesivamente. Cuando estas redes no se desarrollan bien, puede crear un desorden en el lenguaje como por ejemplo la dislexia. En el modelo de la organización perceptual del idioma, la distribución de los conceptos depende de la modalidad sensorial o motora de su origen.
Existe un sistema léxico-semántico de redes neurales, el cual es un sistema paralelo que representa las palabras para las “correspondientes categorías cognitivas del rango jerárquico equivalente.” Éste sistema está ligado al cognitivo para trabajar tanto en el ámbito de los símbolos verbales junto con la memoria y percepción. Éstas se desarrollan de lo particular a lo general, de lo concreto a lo abstracto.
En los niveles inferiores de la jerarquía de la percepción, los fonemas elementales son letras y sílabas y los nombres de “qualia” sensorial. En cambio en los niveles superiores, las palabras representan cada vez más complejo y cognitivo conceptual.
Sintaxis (juntar) tiene como función el trabajo de la corteza del lóbulo frontal. También brinda el significado de la oración, ordenando las palabras en el dominio temporal (esencia de ésta). Esto se logra gracias a la ayuda de la semántica y el léxico. Al mismo tiempo crea una confusión en saber cómo las cogniciones y los símbolos verbales son seleccionados por el tiempo y ordenados para darle un significado al lenguaje.
Afasia, según la Real Academia Española es “la pérdida o trastorno de la capacidad del habla debida a una lesión en las áreas del lenguaje de la corteza cerebral”. Existe un tipo de afasia que se le llama Broca, éste se caracteriza por la incapacidad de realizar sintaxis. El cual recibe el nombre de déficit central sintáctico, se caracteriza por la falta de palabras funcionales como por ejemplo: pero, a, ante, en, entre, con, contra; también falta de prefijos y sufijos.
El área de Broca tiene como función principal la unión del habla, por medio de palabras funcionales e inflexiones adecuadas para la relación de palabras en una frase u oración. Tanto el hemisferio dominante como una parte de la corteza premotora coordinan el habla automático, a través de extensas rutinas; y por otro lado se en encuentra la corteza prefrontal lateral, que se encarga del acceso a la cognición ejecutiva que sirve para la formación de un nuevo lenguaje y textos.
Los mecanismos neuronales son esenciales para dos distintos tipos de operaciones cognitivas de suma importancia para la sintaxis. Las cuales dirigen a la corteza del lóbulo frontal hacia un camino trascendental, interviniendo en el habla, lectura y escritura. Éstas son:
· Acceso al léxico: Variedad de vocabulario y palabras para definir
· Memoria de trabajo: Recordando lo mencionado en capítulos anteriores es la encargada de prestar atención a la representación interna de los estímulos.
El lenguaje y la realización de una acción, es procedida por la formulación mental de un plan o esquema de la experiencia. Este proceso necesita el acceso de las redes frontales a las semánticas-léxicas de la corteza ejecutiva y perceptual. La sintaxis necesita de acceso a la memoria y al léxico. Este acceso lleva a la activación asociativa, de una serie de cogniciones.
Cuando las redes corticales son activadas influyen en los estados de una frecuencia fija, lo que va determinar si en cierto tiempo una red asociativa va a hacer posible la preparación de de otras frecuencias dentro del dominio léxico, y la recuperación de la memoria.
La sintaxis del lenguaje comparte áreas corticales con la unión de las acciones no lingüísticas. La información léxicas interactúan con la redes cognitivas en el proceso sintáctico en todos los niveles de la jerarquía tanto perceptual como ejecutiva, especialmente en el hemisferio izquierdo, en donde se transforma la información en escritura y habla. Éstos niveles jerárquicos contiene representaciones de forma semántica y léxica donde la corteza prefontal selecciona la información para la sintaxis. La sintaxis por otro lado se determina por la intervención de las siguientes contingencias:
· La relacionada con las series de palabras
· La relacionada entre frases, palabras y oraciones. También la lingüística.
Mediante la retroalimentación interna y externa, se asegura el orden de las palabras, freses y oraciones de acuerdo a su significado.
Afasia, según la Real Academia Española es “la pérdida o trastorno de la capacidad del habla debida a una lesión en las áreas del lenguaje de la corteza cerebral”. Existe un tipo de afasia que se le llama Broca, éste se caracteriza por la incapacidad de realizar sintaxis. El cual recibe el nombre de déficit central sintáctico, se caracteriza por la falta de palabras funcionales como por ejemplo: pero, a, ante, en, entre, con, contra; también falta de prefijos y sufijos.
El área de Broca tiene como función principal la unión del habla, por medio de palabras funcionales e inflexiones adecuadas para la relación de palabras en una frase u oración. Tanto el hemisferio dominante como una parte de la corteza premotora coordinan el habla automático, a través de extensas rutinas; y por otro lado se en encuentra la corteza prefrontal lateral, que se encarga del acceso a la cognición ejecutiva que sirve para la formación de un nuevo lenguaje y textos.
Los mecanismos neuronales son esenciales para dos distintos tipos de operaciones cognitivas de suma importancia para la sintaxis. Las cuales dirigen a la corteza del lóbulo frontal hacia un camino trascendental, interviniendo en el habla, lectura y escritura. Éstas son:
· Acceso al léxico: Variedad de vocabulario y palabras para definir
· Memoria de trabajo: Recordando lo mencionado en capítulos anteriores es la encargada de prestar atención a la representación interna de los estímulos.
El lenguaje y la realización de una acción, es procedida por la formulación mental de un plan o esquema de la experiencia. Este proceso necesita el acceso de las redes frontales a las semánticas-léxicas de la corteza ejecutiva y perceptual. La sintaxis necesita de acceso a la memoria y al léxico. Este acceso lleva a la activación asociativa, de una serie de cogniciones.
Cuando las redes corticales son activadas influyen en los estados de una frecuencia fija, lo que va determinar si en cierto tiempo una red asociativa va a hacer posible la preparación de de otras frecuencias dentro del dominio léxico, y la recuperación de la memoria.
La sintaxis del lenguaje comparte áreas corticales con la unión de las acciones no lingüísticas. La información léxicas interactúan con la redes cognitivas en el proceso sintáctico en todos los niveles de la jerarquía tanto perceptual como ejecutiva, especialmente en el hemisferio izquierdo, en donde se transforma la información en escritura y habla. Éstos niveles jerárquicos contiene representaciones de forma semántica y léxica donde la corteza prefontal selecciona la información para la sintaxis. La sintaxis por otro lado se determina por la intervención de las siguientes contingencias:
· La relacionada con las series de palabras
· La relacionada entre frases, palabras y oraciones. También la lingüística.
Mediante la retroalimentación interna y externa, se asegura el orden de las palabras, freses y oraciones de acuerdo a su significado.
Es importante que comprendan las diferentes etapas de desarrollo del lenguaje en un niño, así como los tipos de lenguaje y la relación del lenguaje con la inteligencia.
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