Como ya habíamos dicho en el capítulo anterior el término “mental” es la organización de acontecimiento de nuestra experiencia sensorial subjetiva. Debemos tomar en cuenta que todo este tipo d experiencias se refleja en animales simples como también en nuestro cuerpo sin ser específicamente una experiencia consciente.
En lo “mental” se incluye la parte consciente como inconsciente. Pero antes debemos conocer las tres diferencias esenciales entre éstas.
· Existe una diferencia entre lo que podemos controlar y en lo que no. Por ejemplo cuando alguien nos cae mal, pensamos en qué le vamos a decir si un día no la encontramos en la calle, esto es de forma consciente. A diferencia cuando estamos discutiendo con una persona y por nuestro enojo decimos algo ofensivo en ese momento de lo que después nos podemos arrepentir ya que no lo queríamos decir de esa forma.
· A veces también se presenta cuando no diferenciamos si es consciente o inconsciente, por lo que fue necesario crear un nivel en medio de estos dos, se le llama semiconsciente.
· Lo consciente alcanza un grado sumo. Esto quiere decir que son de gran intensidad y pueden ser modificados. Al mismo tiempo éstos tienen la capacidad de producir más comportamientos nuevos que los inconscientes.
Se puede decir que una persona está consciente cuando: sabe lo que hizo o está haciendo, tiene en cuenta otras experiencias, se guía por imágenes, circunstancias a su alrededor y de de sus propias percepciones.
· Existe una diferencia entre lo que podemos controlar y en lo que no. Por ejemplo cuando alguien nos cae mal, pensamos en qué le vamos a decir si un día no la encontramos en la calle, esto es de forma consciente. A diferencia cuando estamos discutiendo con una persona y por nuestro enojo decimos algo ofensivo en ese momento de lo que después nos podemos arrepentir ya que no lo queríamos decir de esa forma.
· A veces también se presenta cuando no diferenciamos si es consciente o inconsciente, por lo que fue necesario crear un nivel en medio de estos dos, se le llama semiconsciente.
· Lo consciente alcanza un grado sumo. Esto quiere decir que son de gran intensidad y pueden ser modificados. Al mismo tiempo éstos tienen la capacidad de producir más comportamientos nuevos que los inconscientes.
Se puede decir que una persona está consciente cuando: sabe lo que hizo o está haciendo, tiene en cuenta otras experiencias, se guía por imágenes, circunstancias a su alrededor y de de sus propias percepciones.
La parte inconsciente se puede dar en diferentes casos: cuando una persona cuando está realizando una actividad está pensando en otra cosa, en un estado de sonámbulo o hipnotizado.
Las personas tienen la capacidad de transmitir sus experiencias por medio de símbolos, los cuales crean un nuevo significado en el orden mental de las experiencias de persona que los está recibiendo. Cuando ya han sido almacenadas, días después puede que se vuelva a repetir un acontecimiento similar el cual se va a percibir como ya experimentado. Por medio de la “memoria” éste va a tener una reaparición y podremos “recordar”. Estas experiencias pueden aparecer en compañía de otras. Lo procesos conscientes pueden pasar a ser parte del subconsciente y regresar a su lugar anterior en cualquier momento.
Cuando se da al mismo tiempo uno o varios procesos inconsciente de un consciente, éstos actúan la mayoría de las veces de forma individual sin afectar al consciente. Existe más de un “inconsciente” pero sólo un “consciente”.
Se define como unidad de la consciencia al conjunto de acontecimientos conscientes, los cuales están ubicados en el mismo orden espacial y temporal (nivel más alto), al igual que los hechos sensoriales, afectivos y las experiencias de éstas. Después de alcanzar este nivel, ordena y conecta todos los acontecimientos conscientes que están relacionados.
Todos estos procesos están organizados jerárquicamente e interconectados, pero no necesariamente los estímulos que llegan a los niveles inferiores, llegarán a formar parte del nivel superior.
Se le llama espacio-temporal “…todas las reproducciones e imágenes del pasado o los acontecimientos posibles, estarán relacionados con las experiencias que están “aquí” y “ahora”…” (Hayek, 2004) Esto se refiere a como ya habíamos dicho antes, que después de una experiencia ésta queda guardada en nuestra memoria y cuando vuelve a ocurrir no necesariamente igual pero sabemos relacionarlo. Por ejemplo: cuando un niño está parado frente al papá y sólo podemos verle del pecho para arriba. Aunque no podamos ver las otras partes del cuerpo sabemos que tiene piernas, estómago, rodillas, etc. Y toda esta información y capacidad de relacionar algo que no vemos pero que ya conocemos, está almacenada en el espacio-temporal.
Otro aspecto que debe tomarse en cuenta es la ATENCIÓN, porque no es lo mismo “prestarles atención” a la situaciones que sólo estar conscientes de ellas. Podemos discriminarlas y percibirlas más completas y detalladas, para entonces preparar una respuesta hacia ellas.
Estos es lo que sucede al prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor:
1. Los acontecimientos percibidos formarán parte de las experiencias
2. El séquito elegido ya se encontrará en un estado de preparación excitativa
3. Cuando entra un estímulo, irá mucho más profundo en el sistema
4. La red de relaciones estará activada y elegirá la posición adecuada para el impulso
5. El resultado: un impulso recibido es discriminado más detallada y completamente.
Se dice que la atención es propia de cada individuo porque va a depender de las respuestas que el organismo dé en situaciones diferentes. Sin embargo, existe la opción de poner atención inconscientemente, es decir, estar pensando en algo más pero también estar preparado para captar el estímulo que estamos buscando para prestarle atención. Es como si los séquitos ya estuvieran preparados excitatoriamente para recibir el impulso deseado.
Es exactamente este estado previo de los séquitos el que distinguirá si los nuevos impulsos serán de la clase de la atención o de la consciencia. Otros impulsos generados en los centros superiores de vigilancia ayudan a preparar al organismo para llevar a cabo esta clasificación. Se basan en las señales sensoriales percibidas del objeto; si éstas son lo suficientemente fuertes, son etiquetadas bajo la “atención”. De lo contrario, forman parte de la “consciencia.”
La relación entre las cualidades experimentadas conscientemente es implícita, es decir, que sólo se muestran en los efectos que producen dichas cualidades. Concluimos que lo concreto es inherente a la experiencia sensorial y lo abstracto a los procesos mentales.
En lo que nos basamos para percibir es en las características y cualidades de lo que estamos percibiendo que ya conocemos anteriormente, en otros objetos o situaciones que ya han pasado por este proceso. Relacionamos lo “nuevo” que entra con lo “viejo” que ya ha creado eslabonamientos antes. Dependiendo de cómo hayamos clasificado y organizado los estímulos, crearemos lazos de unión, comprensión y complementación entre conocimiento previo y posterior. Aquí comprobamos que los procesos mentales son abstractos, ya que los datos no podrán transmitir al individuo más que algunas propiedades genéricas del objeto percibido.
También es posible que cuando nos ponemos frente a frente con un objeto o situación por primera vez, no percibamos ciertos detalles, que lógicamente seremos incapaces de recordar después. Pero podemos tener una segunda experiencia y completar nuestra percepción del estímulo, de manera que podremos almacenarla entera, reordenarla y clasificarla conscientemente.
Podemos concluir que el modelo del mundo físico representa las relaciones existentes, pero las representa de una manera distorsionada, creando falsas expectativas no congruentes a los acontecimientos. Debido a esto la mente reclasifica las experiencias basándose en clases ya establecidas en el preconsciente. Con esta reorganización se forman las relaciones entre estímulo y experiencias para dar paso a los conceptos abstractos.
Estos es lo que sucede al prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor:
1. Los acontecimientos percibidos formarán parte de las experiencias
2. El séquito elegido ya se encontrará en un estado de preparación excitativa
3. Cuando entra un estímulo, irá mucho más profundo en el sistema
4. La red de relaciones estará activada y elegirá la posición adecuada para el impulso
5. El resultado: un impulso recibido es discriminado más detallada y completamente.
Se dice que la atención es propia de cada individuo porque va a depender de las respuestas que el organismo dé en situaciones diferentes. Sin embargo, existe la opción de poner atención inconscientemente, es decir, estar pensando en algo más pero también estar preparado para captar el estímulo que estamos buscando para prestarle atención. Es como si los séquitos ya estuvieran preparados excitatoriamente para recibir el impulso deseado.
Es exactamente este estado previo de los séquitos el que distinguirá si los nuevos impulsos serán de la clase de la atención o de la consciencia. Otros impulsos generados en los centros superiores de vigilancia ayudan a preparar al organismo para llevar a cabo esta clasificación. Se basan en las señales sensoriales percibidas del objeto; si éstas son lo suficientemente fuertes, son etiquetadas bajo la “atención”. De lo contrario, forman parte de la “consciencia.”
La relación entre las cualidades experimentadas conscientemente es implícita, es decir, que sólo se muestran en los efectos que producen dichas cualidades. Concluimos que lo concreto es inherente a la experiencia sensorial y lo abstracto a los procesos mentales.
En lo que nos basamos para percibir es en las características y cualidades de lo que estamos percibiendo que ya conocemos anteriormente, en otros objetos o situaciones que ya han pasado por este proceso. Relacionamos lo “nuevo” que entra con lo “viejo” que ya ha creado eslabonamientos antes. Dependiendo de cómo hayamos clasificado y organizado los estímulos, crearemos lazos de unión, comprensión y complementación entre conocimiento previo y posterior. Aquí comprobamos que los procesos mentales son abstractos, ya que los datos no podrán transmitir al individuo más que algunas propiedades genéricas del objeto percibido.
También es posible que cuando nos ponemos frente a frente con un objeto o situación por primera vez, no percibamos ciertos detalles, que lógicamente seremos incapaces de recordar después. Pero podemos tener una segunda experiencia y completar nuestra percepción del estímulo, de manera que podremos almacenarla entera, reordenarla y clasificarla conscientemente.
Podemos concluir que el modelo del mundo físico representa las relaciones existentes, pero las representa de una manera distorsionada, creando falsas expectativas no congruentes a los acontecimientos. Debido a esto la mente reclasifica las experiencias basándose en clases ya establecidas en el preconsciente. Con esta reorganización se forman las relaciones entre estímulo y experiencias para dar paso a los conceptos abstractos.
Su resumen está muy completo,tocan todos los temas del capítulo. Se hace mucho más fácil entender el capítulo con los ejemplos que utilizaron.
ResponderEliminarLo que más nos gustó de su resúmen fue los ejemplos que diron, son muy representativos y son bastante específicos, tratarémos de aprender de ellos para nuestro trabajo. Felicidades muy buen resumen.
ResponderEliminarMuy buen resumen, breve y bastante completo, haciendo uso de sus palabras comunicando por ejemplo: relacionamos lo nuevo con lo viejo, con nuestra historia y nuestras experiencias.
ResponderEliminarIsa y Cora
Felicidades excelente trabajo!!!!
ResponderEliminarNos parece un buen resumen ya que reune completamente los conceptos basicos y creemos que una característica muy buena e importante es agregar ejemplos, ya que por medio de estos se entiende mejor el tema o bien se reuelven dudas.
ResponderEliminarTambien nos parece muy buena su tecnica de definir ciertos conceptos ya que a veces al extenderse mucho se pierden ciertos puntos importantes.
Ay ciertos errores de puntuacion que pueden mejorar.
Muy buen trabajo!